miércoles, 31 de octubre de 2007

El sexto gol milrayitas

El 15 de junio de 1995, fue una jornada de incertidumbre para el milrayitas, que disputó la última fecha del campeonato un partido contra All Boys con posibilidades de descender. En el mismo torneo, Nacional B 94/95, hubo indicios que el equipo se podría salvar, pero a puro sufrimiento y último momento. Así fue como en la anteúltima jornada, Los Andes salvó su descenso directo en Pergamino cuando, a poco de finalizar el partido, Santiago Flores sacó un remate lejano y débil que el arquero de Douglas Haig, José Perassi, quiso embolsar pero se le escurrió entre las manos y piernas llegando a tener destino de red. Ese empate le dio respiro para llegar al último partido con posibilidades de mantener en la categoría.
Laferrere y Talleres (RE) habían descendido y solo faltaba el tercer equipo, que estaba entre el Los Andes, Chacarita, Central Córdoba y Deportivo Italiano. Lo único que le servía al milrayitas era el triunfo. Así como salió en el Gallardón para enfrentar al albo, que aún no tenía asegurada la clasificación para el segundo ascenso. Bastaron solo cuatro minutos para que Esteban bichi Fuertes pusiera tranquilidad, aunque el galguito Dezotti y Gilmar Villagrán sellaron casi la victoria para Los Andes en un tiempo.
Calculadora en mano, el entretiempo mostraba todas especulaciones. El azurro empataba en cero contra Quilmes y necesitaba imperiosamente los dos puntos porque descendía. Central Córdoba y Chacarita empataban, por lo que se salvaban.
Todo cambió en la segunda etapa. Si bien en quince minutos Los Andes lo liquidó con goles de Fabián Sánchez y Fuertes, lo que llevaba a ser una goleada de cinco a cero, comenzaron a moverse los marcadores entre sus rivales directos. Primero el gol de Italiano, que hubiese llevado a un triangular entre el azzurro, el milrayitas y el funebrero. Luego, el tanto de Chacarita lo sacó de toda posibilidad de perder la categoría. El charrua lo dio vuelta rápidamente y no hubo indicios que cambiara el resultado.
Sobre el final del encuentro, el bichi eludió al arquero y, con ángulo cerrado, estrelló la pelota en el palo lo que hubiese transformado en una goleada histórica. Pero pocos prestaban atención al partido porque los oídos estaban en los otros estadios y esos resultados llevaban a jugar una final entre Los Andes e Italiano. Una vez finalizado el partido, con un contudente cinco a cero, explotó la tribuna local. El gol más gritado de la tarde vino, justamente, desde la cancha de All Boys, donde el ACIA era local, y fue del lalo Colombo, para Quilmes que rubricara un empate definitivo. Así, Los Andes se salvó del descenso (partido desempate con Italiano, que descendió) y All Boys quedó con incertidumbre sobre su futuro (el cervecero lo había pasado en la tabla general y, al día siguiente, terminó clasificando con un empate ajeno).
Entre los festejos de jugadores e hinchas, la infantería (los famosos "cabezas de tortuga") comenzó a reprimir y tirar gases y balas de goma, arruinando la fiesta. Luego del partido, el bichi Fuertes decía: “Ahora es fácil hablar. Pero a pesar que nadie daba dos pesos por nosotros nunca perdí la fe. Y aquí estamos, no nos fuimos”. Afónicos los simpatizantes de lomas, con seis goles a cuestas, reanudarían otra ilusión, pero esta vez sería de primera.

Por Pablo García

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