martes, 23 de junio de 2015

Chipi bombón

Ricardo Vera no dejó pasar la gran oportunidad que le dio Fabián Nardozza, quien cambió totalmente la faz ofensiva del equipo. Si bien no pudo sumar más goles en su cuenta personal, por las buenas intervenciones del Laucha Luchetti, el delantero de Los Andes fue fundamental por su futbol y picardía, que generaron grandes dolores de cabeza en la defensa de Atlético Tucumán.
El punto cúlmine  llegó cuando le ganó en velocidad a Bianchi y encaró solo a un desprotegido Luchetti. Pero no remató al arco, sino que le cedió la pelota a un solitario Chapa Galeano, quien estaba solo en la puerta del arco para empujarla y marcar su segundo tanto en el 2015, mientras que cosechó 4 con la casaca Milrayitas en 34 partidos.
En esta temporada, además de sus tres goles, el Chipi también tuvo dos asistencias: el centro con el que Figueroa le dio los tres puntos ante Juventud Unida y un toque atrás para que Córdoba definiera a arco vacío contra Douglas Haig.
Pero ante los tucumanos, el jugador con la casaca 7 Milrayitas no solo nos dejó con la alegría de realizar un gran partido para que el equipo se queda conla victoria, sino también con su magia de su futbol de potrero y arrabalero, caraterizado por la picardía, habilidad de encarar y atreverse a jugar una carta diferente, tirando caños y rabonas.

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