lunes, 8 de agosto de 2022

Un desahogo que abre paso a la esperanza

Los Andes hacía 10 fechas que no cantaba victoria. Una mala racha larguísima para un equipo tan necesitado. Aunque durante tramos de los últimos demostraban un cambio de actitud, cualquier buen síntoma tenía que ser traducido en goles o triunfos que no llegaban, mientras que la racha negativa de partidos se estiraba. Una carga pesada previa a cualquier compromiso. Los tiempos son urgentes y los resultados tienen que aparecer, a como dé lugar.

El Gallardón fue testigo del arduo trabajo del Milrayitas ante el Mate. Buscó, intentó, se acercó, llegó. Pero también lo sufrió en un par de ocasiones y casi cae en desgracia. Sin embargo, fue al frente, lidiando con sus propias limitaciones y la mala suerte, pero puso el pecho y logró el objetivo. Y de qué manera. Un poco de agua en el desierto, un empujón necesario para levantar la cabeza y saber que la salida es posible.

En la primera etapa, el local fue quien buscó el protagonista. Manejando la pelota, entrando por los costados, llegaron algunas aproximaciones. A los 15’, Arbello, aprovechando una duda en el fondo, apuró al arquero y casi factura si la pelota no hubiese dado en el pecho del arquero Vijande, quien minutos más tarde se iría expulsado por derribar a Arbello por ser el último hombre en una situación manifiesta de gol. Desde los 27’, Los Andes contaría con un jugador de más, cuestión que fue vital para el cierre del encuentro.

Del primer tiempo se puede rescatar la palomita que Morán tuvo frente al arco, a la que no llegó cómodo, para conectar un buen centro de Celeste por derecha. Aunque el dominio era mayoritariamente del conjunto de Szeszurak, faltaba claridad en el área rival. El Mate apostaba a algún destello individual, pero la presión local redujo las chances.

El segundo tiempo arrancó con un Los Andes furioso que quería adelantarse en el marcador. Antes del minuto, Lugarzo lo tuvo de cabeza. Minutos más tarde, Peralta recibió un rebote en el corazón del área y remató desviado. En la jugada siguiente, Celeste se despachó con un zurdazo de lejos que pasó muy cerca del ángulo derecho.

El vértigo del Milrayitas lo hizo ver demasiado al arco rival, pero el equipo rival también iba a tener sus llegadas. A los 14’ tuvo la situación más clara del partido, con un centro por derecha de Martelli que encontró solo a Villacorta en el área. El delantero metió un fuerte frentazo que Romero desvió al corner para evitar la caída del arco. Lo que sacó el “Chino” vale como un gol, sobre todo por lo que vino después.

Minuto 23-24 del complemento. Ida y vuelta con las llegadas. Primero el CALA, con un desborde de Morán por izquierda que terminó en un centro atrás que le cayó a Ada, finalizó con un tiro que apenas se desvió en el cierre de un defensor. Respondió Argentino con otra clarísima, una tijera de Ibáñez que pasó cerca del travesaño. En la réplica, Morán recibió por el medio y entró al área arrastrando marcas. Quiso enganchar y la defensa lo trabó. Pero la pelota quedó viva, Arbello tomó el rebote y definió mano a mano de manera eficaz. Gol. Gol. Goool. Más que merecido por lo que se intentó.

El rival metió todos los cambios y se volcó al ataque, descuidando el fondo. Aprovechando ese hombre de más y siendo paciente, el Milrayitas pegaría de nuevo 9 minutos más tarde. Ramírez metió un gran cambio de frente para la avanzada de Arbello por izquierda. El “Pollo” dejó picar la pelota y sacó un remate cruzado que infló la red y desató la alegría contenida. 2-0.

Tres minutos más tarde, la misma fórmula sería exitosa. Pase entre líneas para la habilitación y llegada mano a mano. Ada asistió a Ardiles, quien quebró la última línea y punteó el balón al arco ante la salida de Meli. ¡3-0! Con la ventaja alcanzada, Los Andes metió todas las variantes posibles y buscó calmar un poco las aguas, aunque tendría en un cambio el responsable final de la goleada…

Sin embargo, una cuota de suspenso llegó a los 46’ con el descuento del Mate que llegó a través de los pies de Sosa, quien anticipó un centro bajo que enviaron por la derecha. En tiempo de descuento, no quedaría tiempo para nada más. ¿O sí?

Último minuto de juego, 48’. Pelotazo largo buscando alguna habilitación que no sería posible porque fue largo y le caía al arquero rival sin problemas. Sin embargo, el debutante Barros, ingresado 10 minutos atrás, apuró al arquero rival ante el pique, le robó la pelota y definió sin resistencias. En la semana había firmado su primer contrato, lo convocaron, debutó con su ingreso y metió el cuarto. Una semana inolvidable para el canterano de Villa Albertina.

Con este desahogo, Los Andes cambió el rumbo de la historia y se dio un oxígeno más que necesario de cara lo que se viene, un encuentro trascendental el próximo sábado frente a J. J. Urquiza, el rival más cercano en la tabla general. Este es el camino, esta es la compensación al esfuerzo. Hacemos fuerza y seguimos alentando para que sigan llegando alegrías como esta. ¡Vamos Los Andes, no le falles a toda tu gente!

SÍNTESIS

Los Andes (4): Leonardo Romero; Leandro Lugarzo (87', Luciano Vargas), Nicolás Digiano (61', Gastón Ada), Facundo Ardiles, Pablo Medina; Iván Arbello (82', Lautaro Sequeira), César Peralta, Cristian Canán y Mateo Ramírez; Jonathan Morán (87', Rodrigo Trejo) y Francesco Celeste (82', Diego Barros). Suplentes: Lucas Di Grazia y Diego Galeano. DT: Guillermo Szeszurak.
Argentino de Quilmes (1): Fernando Vijande; Leonardo Escalante, Franco Pezzani, Fabrizio Acosta, Gian Croci; Sebastián López (70', José Aguirre), Lucio Martínez Trejo (70', Nicolás Muscio), Daniel Ibáñez, Sebastián Martelli (61', Julián Vila); Tobías Torrielli (29', Sergio Meli) y Félix Villacorta (61', Franco Sosa). Suplentes: Nicolás Morro y Guido Segalerba. DT: Marcelo Gómez.

Goles: 69' y 78', Iván Arbello (LA); 81', Facundo Ardiles (LA); 90' (+1), Franco Sosa (AQ) y, 90 (+3), Diego Barros (LA).
Amonestado: 56' Leandro Lugarzo (LA).
Incidentes: a los 28’, expulsado Fernando Vijande (AQ).
Árbitro: Mariano Negrete.
Asistentes: Rodrigo Arín y Nestor Olivera
Cuarto árbitro: Fernando Cruz.
Estadio: Eduardo Gallardón.

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