La sede, es de Los Andes...

La familia de Los Andes vivió el 23 de mayo que tanto soñaba vivir. La fiesta fue completa. Con la Sede Social otra vez en manos de sus verdaderos dueños y los 1.500 Milrayitas compartiendo la misma pasión. Y justo ahí. En su casa. Qué mejor que eso. De la vereda al living, del living a la vereda. Siempre mostrando presencia. Siempre con la albirroja como caballito de batalla. Sin dudas, este día será inolvidable.

La cita era a las 20, pero el partido empezó a jugarse desde temprano. Los puntos de reunión se multiplicaron. La estación, la cancha, la plaza Libertad, el kiosco del Mono. Y todos con un destino en común: la Sede. ¿Cómo se explica “recuperar” algo que muchos ni siquiera lo pudieron disfrutar? Y con esa mentalidad se movilizó el hincha de Los Andes. Con esa mentalidad copó la Avenida Yrigoyen. Con esa mentalidad hizo vibrar un salón de fiestas que ya no será para nada ajeno. 

Como era de esperarse, la Asamblea Extraordinaria robó atenciones. Una vez leída el acta del día llegó la mejor parte. El secretario Oscar Ferreyra prosiguió a explicar los pormenores de la rescisión del contrato y entre silbidos al concesionario, la noche empezó a tomar calor hasta alcanzar su punto máximo. Jimena Vera, una de las representantes e integrante activa del denominado Grupo Sede, hizo moción por la recuperación y el voto unánime rompió con el ostracismo. El reloj marcaba las 20:34. La hora de nuestro Renacimiento.

Y para celebrarlo, Mario Trevisi, otro de los locos lindo de esta historia, dejó la cámara por unos segundos y primerió con el canto más placentero: “La Sede es de Los Andes, La Sede es de Los Andes”. Todos se sumaron. Dirigentes. Las chicas del Departamento de Damas. Las actividades que se hicieron presentes. La Banda. Y también los que esperaban en la puerta. Porque afuera también había otro grupito que gritaba y no paraba de gritar...

Fue inevitable. Cayeron los aplausos, los abrazos interminables con ojos llenos de lágrimas de los pibes del Grupo Sede. El corazón palpitaba a mil. Ferreyra, en medio de las ovaciones, le pasó al micrófono a Charreau, uno de los líderes de la Revolución y las palabras retumbaron por los cuatro rincones. “Es la satisfacción del deber cumplido”; “la rebeldía de los jóvenes”; “la bronca de los mayores”, decía agradecido.

Pero faltaba el broche de oro. La palabra del presidente Pablo Paladino. De un Pablo Paladino completamente ilusionado y esperanzado con las nuevas generaciones. “Hoy este club tiene presente, tiene futuro porque hay una cantidad de pibes jóvenes que quieren al club más que a su propia vida”, cerró.

Ya está. Llegó el final. La lucha por la Recuperación de la Sede se terminó. Ya es nuestra. Ahora empieza otra historia y también queremos que digas presente. Para seguir creciendo. Para seguir demostrando por qué somos el más grandes del Sur…

Fuente sitio oficial www.clublosandes.com