domingo, 31 de marzo de 2019

Grito de corazón

Tras que recuperara Peppino el rechazo de Castro de un pelotazo que se colaba en el ángulo, el olfato de Matías Linas lo hizo aguardar agazapado en el segundo palo hasta que le llegar la redonda. Bajo la atenta mirada del último goleador del clásico, Alejandro Noriega, explotó de euforia con un gol inolvidable en el clásico, para que aquel alarido borre o tape por un momento aquellas angustias desde sus lesiones hasta las más duras como la pérdida de un amigo.

“Entre tantas malas esto es hermoso, más que todo para mi familia que me ha aguantado. Por eso la emoción”, sentenció el Polaco, que hace poco tiempo perdió a su “hermano de la vida”, Cesar Borda, con quien hizo inferiores en Lanús. También agradeció a los médicos por su recuperación.

“Un ratito a disfrutar y luego a sufrir de vuelta con los equipos que también luchan con nosotros la permanencia”, dijo el delantero, quien no convertía desde septiembre de 2017 (ante Sarmiento Junín). Luego de la lesión de Silva en los entrenamientos, Juan Carlos Kopriva confirmó su titularidad: “Hablé con el Pola y le dije que iba a jugar él ya que era una chance que estaba esperando”. Y vaya que lo aprovechó con un desahogo inigualable para él y todos los hinchas de Los Andes…

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