“La idea era salvarnos y no necesariamente entrar al reducido. Si bien el club es el más grande de la categoría, hoy los resultados a lo largo del torneo no te respaldan para demostrar grandeza”, dijo el Búfalo.
“Jugamos a no perder, ya que nos salvaba un punto, para ir tranquilos a Maschwitz, contra el puntero del Clausura. Hoy se acabó la pesadilla que los hinchas, jugadores y dirigentes teníamos. Tengo felicidad de haber dejado a Los Andes en la B”, expresó con alivio el estratega.
Y agregó que en sus primeros encuentros como técnico estaban “en un quilombo bárbaro”, tras perder con Colegiales o igualar contra Talleres. “Si nos tocaba el Reducido íbamos a jugar, pero debíamos tener en claro el objetivo de mantener la categoría porque si no nos olvidábamos lo que ocurrió antes”, explicó.
En cuanto al futuro, Szeszurak destacó que deben “sentar con la dirigencia para ver cómo sigue, tras cumplir el primer objetivo de mantener la categoría”. “Si nos quedamos, armaremos algo para pelear porque Los Andes necesita salir de esta categoría. Tenemos un grupo que le costó mucho y a los técnicos le costó encontrar la vuelta. Por suerte, nosotros pudimos lograrlo sobre el final recién en las últimas siete fechas, en una categoría de equipos con mucho presupuesto que habría que equiparar para ser competitivos a futuro”, comentó.
El Búfalo dijo que encontró “una nave con muchas pérdidas”, a la que se le sumaban muchos lesionados. Y el proceso que encabeza intentó acomodar y poner a punto físicamente a los futbolistas. “También hemos logrado la competencia sana, que se hace mucho más fácil para nosotros, y hoy tenemos un plantel que está para competir con cualquiera”, sostuvo.
Finalmente, el entrenador destacó el apoyo incondicional del hincha de Los Andes, que hizo profundizar más el compromiso, y “los chicos lo devolvieron con intensidad y amor el apoyo de la gente”, concluyó.
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