Picadito

• Regreso de Cañete: Ni bien fue confirmado como refuerzo en este mercado de pases de mitad de temporada, Gabriel Cañete tuvo que salir de urgencia a estar entre los once futbolistas iniciales ante Fénix, cuando Franco Rodríguez se recupera de su lesión y Ezequiel Gallegos debe cumplir con una suspensión por acumulación de amonestaciones. “Estoy agradecido por jugar de arranque como titular y me tengan en cuenta para ayudar al equipo”, describió el volante como sus primeras sensaciones al programa radial “Fútbol en Mil Rayitas”, tras el partido. En cuanto a su función, Cañete señaló que el entrenador Fernando Ruiz le pidió que “aporte equilibrio tanto en ataque como en defensa”. “Cuando se puede jugar y cuando hay que poner, hay que estar preparado” comentó el mediocampista, que tuvo un correcto partido y de a poco se va adaptando a sus compañeros y al ritmo de juego.

• Seco de goles de visita: Los Andes tenía un buen andar jugando oficialmente fuera de casa en este 2024. Incluso hasta perdiendo o jugando en campos neutrales, el Milrayitas siempre había anotado en los doce (12) encuentros previos a enfrentar a Fénix, en que disputó fuera de Lomas de Zamora (incluso contra Colón por la Copa Argentina). Fueron un total de 15 tantos de manera consecutiva que se rompieron, para acumular su segundo empate en cero.

• Primer partido en Yupanqui: Sin haber conocido el único estadio propio de Fénix, Los Andes no perdió nunca al visitar diversas canchas en donde hicieron de local los Cuervos, cuyo único campo de juego estaba ubicado en el barrio porteño de Colegiales en el cruce de las calles Conde y Concepción Arenal, pero fue despojado de sus terrenos en la última dictadura cívico-militar, al igual que le ocurrió a San Lorenzo por esos mismos años. Y así como por primera vez jugará oficialmente en la cancha de Yupanqui, como ya lo había hecho el conjunto de Lomas de Zamora en el debut de este historial en el estadio Municipal de Pilar. ¿Qué dijo Fernando Ruiz sobre el terreno del Trapero? “Una cancha de dimensiones chicas (…), el piso lucía lindo de afuera, pero no estaba en buenas condiciones”, comentó en entrenador de Los Andes, en un estadio casi sin tribunas, donde pudo mandar el viento. Además, Gabriel Carrasco en una carrera por su sector no tuvo en cuenta la longitud del campo y terminó chocando su codo contra el alambrado en una de las cabeceras, que lo dejó dolorido por un buen rato.