lunes, 2 de enero de 2017

Caravana Centenaria...

Una caravana diferente a todas. Era la del Centenario. Con dos horas de anticipación empezaban a llegar las diferentes familias desde distintos lugares del conurbano. Sí, eran familias hinchas de Los Andes y muchas. Tres generaciones juntas, como los Pelozo o los Acevedo, que estaban desde los abuelos, hijos y nietos todos con una camiseta: la Mil Rayitas.Una bandera larga, con el escudo del Centenario, claro. Con dos colores de forma horizontal, rojo y blanco. No entraba en la cuadra de la Sede de la extensión que tenía. Medía unos 150 metros y hasta que partió la Caravana hubo que doblarla de manera tal que ocupe las dos manos de la avenida más grande del sur de Buenos Aires. A las 18 hs llegó el grueso de las personas y para ese momento las calles aledañas a la Sede ya estaban cortadas: el mar albirrojo se podía observar tanto desde Colombres como Garibaldi. Dos padres eran los encargados de administrar el maquillaje artístico, y la fila interminable de nenes que no querían quedarse sin pintura. Ellos querían sus caras con rayas de colores como su corazón. Minutos después de la hora señalada la peregrinación tomó color: las banderas en alto, algunos hinchas disfrazados, los que tenían las caras pintadas, las trompetas y cornetas, cohetes que sonaron desde el comienzo y dos camiones desbordados de hinchas que acompañaban la Caravana. Desde lo más alto se podían ver tres cuadras de fanáticos marchando por las calles más conocidas de Lomas de Zamora, el primer trayecto fue desde la Avenida Hipólito Yrigoyen hasta la calle Laprida, la principal del partido. El segundo trayecto tuvo escala, porque desde la vieja Pavón hasta la Plaza Libertad se hizo un mini descanso, teniendo en cuenta que ya faltaban menos de quince minutos algunos hinchas se sacaban fotos, otros cantaban los temas más populares que suenan en el Gallardón y hasta se acordaban de los rivales más cercanos. Finalmente la caminata tuvo su mayor grado de apoteosis cuando se llegó a la entrada principal que da a la Tribuna Palacios. Y ahí, la felicidad en la cara de los hinchas era impagable. Algunos se emocionaban, otros festejaban y se abrazaban. El sueño de Don Eduardo Gallardón allá por 1917 cobró vida y color: cientos y miles de hinchas marcharon unidos por una sola razón: LOS ANDES.   
Fuente sitio oficial www.clublosandes.com

No hay comentarios: