Pero antes del cierre de la primera etapa se unieron los laterales, de punta a punta en lo ancho del campo. Franco Rodríguez se perfiló para su pie derecho (ocupó un nuevo puesto por el lateral izquierdo, nuestro casi polifuncional, pero en el complemento llegó a su puesto natural en la media cancha con el ingreso de Gastón Martínez) y sacó un centro picante.
Gustavo Carrasco llegó por sorpresa, anticipó a su marcador, pifió en un principio su cabezazo, que rebotó en su cabeza y hombro, y finalmente desde el piso y con una pirueta envió adentro al fondo de la red, para poner al frente a Los Andes y hacer estallar el grito de gol en todo el estadio. Carrasco, quien volvía después de su desgarro, concretó su segundo tanto en 13 partidos con la casaca Mil Rayitas.
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