domingo, 21 de diciembre de 2025

A un año de una gran alegría

Después de disputar 50 partidos en la temporada, siendo la que más cruces oficiales tuvo en su historia, Los Andes pudo coronar el 2024 con el ascenso al Nacional, tras ganarle la Reválida a Sarmiento de La Banda.

Aquel 21 de diciembre finalizaba aquella pesadilla con el cabezazo de Manuel Brondo que pegó en el palo en Muro en la finalísima y nos quitaba la primera gran ilusión. Ante un gran marco de hinchas Milrayitas que coparon el Barrio Alberdi en Córdoba, Matías González conectó en soledad un centro de Gastón Gerzel, después de haber tenido previamente otras buenas ocasiones, y se llenó la boca de gol frente a nuestro público, para desatar la locura en la tribuna.

“Después de haber superado a Argentinos de Quilmes en la final del Reducido, fuimos como ganadores a Córdoba”, dijo Javier Patalano, ayudante de campo, en entrevista al programa streaming “Fútbol, Pizza y Champagne”. Aunque, el entrenador Leo Lemos lo contradijo: “Fuimos con ilusión, pero sin nada resuelto, ni relajados, ya que las finales son partidos aparte. Esta era una final para un tres a cero por el trámite y no se nos podía escapar, pese a que tuvimos un solo un momento de zozobra en dos jugadas puntuales del primer tiempo”, explicó el director técnico.

La lectura del estratega de Lomas de Zamora fue mucho más que acertada porque capitalizó la explosión en velocidad ante una defensa santiagueña experimentada pero pesada. Así llegaron una catarata de situaciones en especial desde la derecha, donde Mati González fue una pesadilla para Alan Tévez y sus centros no pudieron ser aprovechados por Manu Brondo y, tras una falla del arquero Juan Mendonça, hasta Fede Martínez que tocó mordido cuando estaba con el arco libre y la pelota rebotó en el travesaño.

También hubo un momento de zozobra antes de la apertura del marcador cuando Sarmiento comenzó a hacer pie en el mediocampo y respondió de pelota detenida, con un cabezazo de Héctor Fernandez que despejó Seba López con un manotazo salvador, y el mismo defensor luego sacó un potente remate que desvió delante del punto penal su compañero de zaga, Exequiel Herrera, y pasó cerca del horizontal.

La multitud, que copó una de las cabeceras del estadio del Pirata, vibró a puro grito y aliento con el gol: “Hay que alentar, la platea y la popular, que este año estamos volviendo…”.

Para el complemento, hubo momentos de incertidumbre porque ya el conjunto de Lomas de Zamora perdió el control de la pelota, aunque nunca fue acorralado por los santiagueños y, ante esto, tuvo espacios para ampliar la diferencia: Mendonça lo evitó cuando Gerzel entró solo, tras otro centro de González, quien también se lo perdió luego en un contragolpe. Ni hablar del cuando en una guapeada Gerzel quedó nuevamente ante el arquero del Profe y ¡su remante dio en la base del palo!

Sin parar de fallar ocasiones y no poder liquidar el pleito, Los Andes tuvo que hacerse fuerte en la última línea para mantener el cero en arco propio y, por supuesto, ocasionó un nudo de nervios en todos sus hinchas. Pero, gracias a un buen trabajo defensivo, y la seguridad del Pescadito López, el equipo de Lomas de Zamora no sufrió grandes sobresaltos.

"Una locura. Llevamos cincuenta partidos y lo terminamos de la mejor forma posible”, dijo el goleador Manu Brondo. "Fue increíble, después de tantas finales, de tantos partidos así complicados que parecía que se nos iba, que se nos escapaba. Hoy tenemos la recompensa de seguir insistiendo. Es una alegría tremenda para todos. Fue un campeonato durísimo, y larguísimo también", sostuvo el goleador de aquel torneo.
 
Finalmente, el esperado final llegó y se desató la fiesta. Los Andes le puso tilde a su objetivo primordial de la temporada para concretar la tan ansiada vuelta a la Primera Nacional, tras cinco largos años. ¡Felicidad para todo el pueblo Milrayitas!

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