En estos 10 partidos defendiendo nuestros colores en primera tuvo varias ocasiones de concretar. Ayer fue ayudado por una gran maniobra de Mateo Ramírez, quien jugó un coca-cola con Ardiles para sacarse de encima a De Ossa y luego arrancar una carrera en que dejó en el camino a Monti, Pérez Roa y Pacheco para dejar cara a cara al Cata con Mozón.
Esta vez el punta de Lomas cruzó fuerte y la mandó a guardar ante la salida desesperada del arquero visitante. “Hicimos un gran esfuerzo y por suerte se nos dio. Franchini me dijo que entre con confianza y libertad”, dijo el Cata, que festejó su primer gol entre lágrimas de alegría.
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