Los Andes piensa solamente en ratificar la levantada y repetir el buen nivel mostrado en el segundo tiempo ante Tristán Suárez. El resto corre por cuenta del Tricolor. Si el técnico Alejandro Méndez está o no en la cuerda floja es otro tema. Y el Milrayitas así lo demuestra en el día a día. Disfruta los nuevos aires y a la vez se mentaliza en lo que viene. La práctica del viernes en Ezeiza nos regaló una jornada bien recreativa. Para dejar en claro cuál es la semblanza del plantel. La mañana empezó con algunos trabajos con pelota y luego se llevó a cabo el clásico picado informal. Y todos a la cancha. Sí, todos. Jugadores convocados, jugadores no convocados, Raúl Cascini en un arco, el Chelo en el otro, médico, kinesiólogo. Nadie regaló nada. Con apuestas de por medio, el partido fue entretenido y tuvo todos los condimentos. El Tano Di Benedetto brindando destellos de su fútbol; el profe Diego Cinello impartiendo justicia como Javier Castrilli en sus mejores épocas; y hasta el utilero Cacho Loustau se atrevió a calzarse el traje de técnico y pedir el cambio para varios de los que estaban en cancha.
El mejor animo. No hay dudas. Mientras Almagro sufre por los cuestionamientos, Lomas espera el partido confiado. Sacar un buen resultado para llegar con todo al cruce con Temperley. Ese es el objetivo.
Fuente sitio oficial www.clublosandes.com
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