Ya había avisado también de la misma manera en el primer tiempo, estrellando la pelota en el palo. El misionero ya había convertido con la Milrayitas en el mismo arco a espalda de la calle Portela, pero desde lo doce que significó la remontada ante Cañuelas por el título.
Así, los hinchas de Los Andes volvimos a gritar un gol después de 250 minutos, algo raro ya que nos habíamos acostumbrado a festejar al menos un tanto por partido desde el comienzo de 2024 (salvo el cruce ante Sportivo Italiano), antes de las dos últimas igualdades en cero ante FC Midland y Fénix.
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