Manuel Gaitán, defensor surgido en nuestras Divisiones Inferiores, firmó su primer contrato con Los Andes y se transformó en jugador profesional. "Es el fruto de tantos años de dedicación y esfuerzo", dijo el pibe con orgullo.
"Es el sueño de chico. El sueño de querer ser un futbolista profesional. Ya desde que me llamaron estuve ansioso, nervioso, pero la felicidad que tuve cuando se lo conté a mis amigos y mi familia no la había experimentado antes", reconoce el joven de 21 años tras rubricar la firma en el club.
La historia de Manu Gaitán en Los Andes comenzó a principios de 2015. Después de quedar en libertad de acción en Lanús, el marcador central decidió probar suerte en Villa Albertina y a partir de ahí sus días se hicieron Milrayitas. "En predio pasé grandes momentos. Es el lugar que me dio muchos amigos y vivencias", repasa.
Capitán en todas las categorías que jugó (incluido Reserva), Gaitán fue promovido para entrenar por primera vez con el plantel principal bajo la conducción técnica de Aníbal Biggeri y hoy disfruta su momento. "Es el fruto de tantos años de dedicación y esfuerzo. Lo tomo con mucha alegría y sobre todo responsabilidad", expresa con la seguridad que lo caracteriza.
"Me considero un central rápido, con voz de mando y muy temperamental", responde sin titubear. Y se traza tres metas en su horizonte: "Mi objetivo es poder debutar, y después afianzarme en el equipo y tener más continuidad".
La charla va a llegando a su fin y antes de despedirse, Gaitán se anima a darle un mensaje a la gente de Los Andes. "Le pedimos que nos apoye y nos banque porque la mayoría de los chicos la venimos peleando desde abajo. Nosotros sabemos lo que significa el club y lo queremos mucho", cierra con el modo made in Villa Albertina a flor de piel...
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