domingo, 23 de febrero de 2020

Picadito

• UN CERO EN EL ARCO QUE VALE: A casi una rueda, el equipo pudo mantener por segundo partido consecutivo, gracias a las grandes intervenciones de Fede Díaz, quien le ahogó el gol a Alejandro Aranda mientras parte del estadio gritaba gol, y la solidez que brindaron especialmente Seba Valdez y Mati Contreras, quienes despejaron todo peligro que se acercaba al área propia. “Cuando tenemos el arco en cero y sumamos, es muy importante. El punto sirve mucho porque por momentos se nos cortaron los circuitos de juego y se nos hizo un partido muy chivo”, señaló Valdez. Los Andes lleva más de 260 minutos sin sufrir goles en contra.
Por otro lado, el grupo reconoció los pocos días de descanso entre los últimos partidos: “Se nos mezcló el cansancio y comenzamos a abusar del pelotazo como equivocación. Pero se generaban espacios cuando había tres pasos seguidos”, dijo Noriega, quien tras un hermoso pase de cucharita de Galeano, estuvo a punto de festejar pero su remate se estrelló en el palo.


 
• “TE QUIERO, TE QUIERO, TE QUIERO Y HASTA EL FIN…”: A penas comenzado el partido, el árbitro Eduardo Gutiérrez vio cómo se estiró el día de los enamorados porque fue testigo del apretón que le pegó Cristian Godoy a Alejandro Noriega, quien a pesar de la dificultad del cariño del 2 de Talleres y en la boca del arco, se las arregló para rematar, aunque en forma dificultosa. Al no poder convertir, el 9 del Milra se quejó de lo que interpretó como infracción, pero queda claro en la imagen (foto) que para el juez primó el afecto…


• ¡SOTANA PARA UNO!: Si bien fue bastante friccionado el partido, hubo momento también para lujos. Ni bien comenzó el partido, Daniel Ibañez disputó la pelota con Monserrat en que casi la pierde ¿Por qué no lo hizo? Tocó suavemente la redonda para que el volante local quedara pedaleando en el aire y en ridículo con un hermoso caño, que generó hasta el asombro hasta de los hinchas de Talleres. Como revancha, Marcelo Cardozo sufrió dos veces lo mismo de parte del imparable Sosa y Romero. El Negro Monge no quiso faltar en estas líneas y tiró uno pisando la pelota…

• UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA: Sí, también hubo momentos de nerviosismo y errores. En un ataque Mil Rayitas, Luis Monge jugó de memoria a la punta derecha para Dieguito Galeano, quien estaba a punto de pisar la medialuna del arco. Cuando ya los hinchas locales comenzaban a decirle de todo, Nicolás Malvacio fue solito a recoger la redonda casi en la línea del lateral, pero perdió el dominio y con pelota y todo cayó fuera de la cancha. En una misma jugada certificaron errores en los dos bandos…

• RIVALIDAD: Doce años de la última vez que se enfrentaron en Remedios de Escalada y la rivalidad que no se olvida. Si bien todos los representantes del Mil Rayitas fueron excelentemente atendidos por los locales, en cada cantico y grito del Rojo de Escalada había un recuerdo sobre su rival, el Rojo de Lomas, que no se lleva los tres puntos desde hace 25 años -cuando en ese entonces un triunfo solo valía dos unidades- aunque en ese lapso de tiempo solo se entrenaron cuatro veces en el estadio Ciudad de Remedios de Escalada.

• AL LÍMITE: Con una nueva amarilla, Franco Peppino alcanzó las cuatro amonestaciones acumuladas en el torneo y se deberá cuidar de una nueva para evitar la suspensión, como también Water Mazzolatti y César Peralta.

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