• Ni la tercera fue la vencida para Ortegoza: El futbolista que más inquietó al arquero local fue Ulises Ortegoza, quien pisó varias veces el área chica. La primero no pudo darse vuelta a tiempo para rematar en plena área chica y se la sacó Toranzo. Luego, el volante concretó, pero el línea le ahogó el grito por posición adelantada de Quintana, quien había tirado el centro. Por último, dos cabezazos no son gol: Lugarzo la metió al corazón del área y Uli la cabeceó a quema ropa y en la boca del arco aunque la mano del arquero local fue más rápida, justo en el final del partido…
• El regreso de Rivas y Vaca: Tras la recuperación de sus lesiones, los dos futbolistas de Los Andes volvieron a sumar minutos, esta vez ingresando desde los bancos. Y fueron influyentes, tal es así que el conjunto de Lomas pudo ponerse el traje de protagonista desde los pies del enganche que, con su juego, pases y entusiasmo, complicó a los locales. “El Mago te da pausa, juego rápido, claridad en los pases y resuelve en uno o dos toques lo que a otros jugadores les lleva hacerlo en tres. Juan (Rivas) viene de un desgarro y optamos por dejarlo en el banco en caso de necesitarlo”, señaló el Turco.
• Dos ex campeones de Lanús en cancha: Seba Salomón y Cristian Fabbiani vivieron desde casi la línea de cal las acciones del partido. Ambos entrenadores viven su primera experiencia como entrenadores profesionales: el Turco desde principios de año en Lomas y el Ogro, quien tiene de ayudante a Emmanuel Frances (ex futbolista Milrayitas) completó seis cinco al frente del Cuervo, y aún no conoció el triunfo. Más allá de los saludos y la buena onda, Salomón en medio del partido gritó desde su sector: “¡Infla las pelotas, Ogro!”, como reclamo, que fue respondida con una sonrisa.
• Fuerte y lejos: A pesar de estar totalmente despejado, los vecinos de estadio José María Moreno vieron llover pelotas en pleno Parque San Martín: dos por el lateral con el muro, un despeje de Lugarzo por sobre la platea y un remate al arco de Mati González que tomó dirección de cohete a la Luna por arriba de la tribuna. Así no hay presupuesto que aguante la utilería…
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