“Para ser de Los Andes hay que sufrir!”, repetían una y otra vez desde las tribunas cuando, en el último manotazo, All Boys intentó atinar a llevarse los tres puntos. Y los fantasmas regresaban de Mar del Plata para pasearse ahora por Lomas. Llovió el último centro al corazón del área para el remate de volea de Giménez y Maxi Gagliardo pegó un manotazo providencial para salvar el punto sobre la hora.
“En la última volada pensé todos los años en el club y el amor recibido. Esto es para aquellos que quieren al club de verdad, que todos los días sufren y tiene ganas de ayudar. En un partido como estos, es muy fuerte lo que pasa por la cabeza de un jugador”, dijo Maxi Gagliardo y agregó: “Hoy jugamos con el corazón porque lo sentimos y queremos el club. Por ahí no seremos los mejores futbolistas y ni yo el mejor arquero pero ponemos mucho sacrificio y huevos por estos colores”.
En este sentido, el 1 del Mil Rayitas enumeró su pasaje por el equipo y el sentimiento: “Ya pasaron 5 años en el club; un año y medio en la B metropolitana, un ascenso y tres años y medio en la B Nacional, donde conseguimos mantener la misma categoría. Por eso me voy muy contento. La gente de Los Andes sabe que la amo, al igual que al club”, comentó Gagliardo, que se transformó en el segundo arquero que más defendió nuestro arco, tras pasar a Horacio Yonadis (183 encuentros oficiales) en poco más de 100 años de Los Andes: Maxi alcanzó los 185 partidos jugados y ya es el primer escolta de Ciro Barbosa, quien cosecha 255.
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