De manera poco ortodoxa, Ezequiel Cérica se llevó por delante la pelota y festejó por fin su primer tanto en Los Andes, que marcó el triunfo. “Este gol significa mucho ya que uno vive de esto y siempre trato de darle una mano al equipo. A veces las cosas no salen pero trato de brindar todo en la cancha”, se desahogó ‘Pastelito’, quien no convertía desde el último julio, cuando vestía la casaca de Villa Dálmine, donde había sido goleador de ese conjunto con 9 tantos.
“Este festejo es para todos. Espero que vengan muchos más. Hay que seguir unidos para crecer”, sostuvo el delantero: “Nos daba bronca al vernos en la tabla porque este grupo merece un poco más ya que siempre dejamos todo tanto en cancha como los entrenamientos”, agregó. En cuanto al partido consideró que el equipo de Lomas estuvo “muy bien en todas sus líneas, aunque no ayudaba la cancha”, ya que la promesa del conjunto era “jugar por abajo y se hacía imposible”. “De todas maneras, con una clara propuesta, nos llevamos los tres puntos”, sentenció.
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