En su extensa trayectoria en las que se coronó como futbolista con Estudiantes de La Plata y como entrenador en el Pincha platense junto a Eduardo Manera, Boca Juniors, Rosario Central, Velez Sarsfield, Lanús y Millonarios de Colombia, quien aún seguía en actividad dirigiendo al Xeneize también dirigió al Milrayitas, tras la salida de Jorge Ginarte en la última etapa del conjunto en Primera División. Toda su llegada se cocinó en la intersección de España y Gorriti, en el Café París, donde era asiduo cliente Russo y se reunía la agrupación que encabezaba Armando Tedesco, exdirigente de Los Andes y gerente de TyC Sports.
Tuvo un tropezón en su debut al frente del Milrayitas con una derrota ante Talleres de Córdoba, pero luego consiguió un gran triunfo ante el platense Estudiantes, con el único tanto del uruguayo Víctor López y jugando la mayoría del encuentro con dos futbolistas menos, que fue su único halago de aquel Apertura.
En el Clausura 2001, su equipo solo alcanzó a sumar 21 unidades, pero le quitaron tres puntos por incidentes en Huracán. Justamente en la Bombonera, tras perder por la mínima diferencia ante Boca. Los Andes quedó sin posibilidades de mantener la categoría: dirigió 26 partidos con 6 victorias, 6 empates y 14 derrotas durante aquella temporada en Primera División.
Mientras luchaba contra una difícil enfermedad, eligió despedirse sentado en un banco de suplentes e intentando trabajar hasta el último instante, que lo transforman ahora en leyenda de un tipo querido por todos, sin distinción de camisetas.


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